lunes, 9 de junio de 2008

Quedan dos días para mi muerte...

Vaya cojones los míos, que con esta panza enorme que tengo se me ocurre apuntarme a una maratón benéfica que hacen aquí cerca. ¿Y por qué?, puede que os preguntéis (o puede que no...). Pues porque daban una camiseta gratis. ¡Un motivo cojonudo! ¿Qué más da que esté en pleno mes de alergia al polen bestial, muy susceptible al asma y esclavo del ventolín, con un sobrepeso monumental y que no haya corrido en un par de años? Nada, tío, pues muy bien, a ver qué tal lo haces y a ver si consigues acabar la carrera. Llegar el último ya será un triunfo.

Y encima esto ni siquiera me sirve para ponerme un poco en forma, porque al acabar nos esperan unas mesas con pinchos y papeo y manduca para celebrar el esfuerzo. Y claro, yo en estas cosas siempre me pongo como un cerdo. ¿Realmente me conviene ir a esta maratón?

Tío, ¡una camiseta gratis!

No hay comentarios: